Cuesta mucho decir adiós a ese pequeño ser que ha estado formando parte de nuestras vidas durante 15
años, que se adueñó de nuestros corazones desde el primer día que llegó a casa, que nos ha demostrado su
cariño y fidelidad cada día, en cada gesto.
Son tantas las vivencias que hemos compartido, tantos los momentos de felicidad, de ternura. Nos ha
ayudado a ser mejores personas porque ha sido capaz de despertar en cada uno de nosotros nuestra
mayor sensibilidad, nuestro mayor cariño y respeto por cualquier ser vivo.
Kira, nuestra gatita, nos ha dado mucho más de lo que nos podíamos imaginar, incluso algún arañazo que
otro, pero si nos dijeran que a cambio de unos millones de arañazos más nos la devolverían viva de nuevo
lo aceptaríamos sin dudarlo, incondicionalmente.
Te echamos muchísimo de menos, pero nos quedamos con todo el amor que nos has dado y con la
esperanza de que un día cuando nos llegue nuestra hora podamos volver a estar juntos, nuestra linda y
queridísima Kira. Siempre estarás en nuestros corazones, jamás te olvidaremos.